Blanquita montando a un negro que le hace un tatuaje
El mundo cambio y seguirá cambiando, que tu no quieres verlo o aceptarlo, ya depende de lo viejo que seas. No tienes que sufrir un infarto al ver que las cosas que antes eran extrañas ahora son comunes y aceptas, es lo que hace la juventud: pervertir el mundo a su antojo para luego quejarse cuando estén viejos. Y es lo que hace esta blanquita que se hace un tatuaje y luego termina montando la polla del tío negro que la ha follado y no vera ni un euro del trabajo que ha hecho. Tal vez vuelva a casa sin dinero pero su esposa no tendrá que abrir las piernas para complacerlo al menos por hoy.