Compartiendo la cama con su madrastra y su hija
Su hermanastra filipina ha llegado de visita por Navidades, de vacaciones de sus estudios universitarios. Su madre, por supuesto, se ha puesto muy contenta, y el chico también, porque se lleva bien con la hija de su madrastra. Después de un día disfrutando los tres, han llegado a casa destrozados; y cuando el chico ha llegado a la cama, se la ha encontrado ocupada con las dos mujeres. No ha tenido más remedio que compartirla, pero en un momento dado, la chica ha empezado a tocarlo con su pierna. Sin quererlo, su polla se ha empalmado, y justo entonces su madrastra ha abierto los ojos. Coño, qué de tiempo que no veía una verga tan dura, tenía que ver si era real. Así que entre los toques de las dos asiáticas, la cosa se calentón, y acabaron todos despiertos y follando.