Cuando despierta ya su marido la estaba follando
Un día duro a veces requiere de un descanso largo, algunas veces el día es normal y demasiado suave, pero igual no viene mal echarse un rato a dormir a ver qué cosas buenas aparecen cuando abras los ojos. Y posiblemente esto era lo que esperaba, ya que cuando despierta, ya su marido la estaba follando. Solo pudo sentir su lengua dentro del coño y ya estaba muy caliente cuando le metió la polla, entre el adormecimiento, solo podía gemir mientras la estaban clavando como a ella le gusta. La tetona movía su cintura y abría más las piernas para que la penetraran más profundo.