En la cama con la esposa, la amante y la criada, ¡qué cabrón!
Los hay con suerte, eso está claro, porque en esta situación se mascaba la tragedia, y podía haber terminado como el rosario de la aurora. El putero del esposo se había llevado a la amante a follar a casa, cuando su mujer trabajaba. Mientras, la criada era testigo de todo, y de pronto la esposa cornuda apareció sin avisar. La sirvienta se moría de vergüenza entreteniendo a la señora mientras se escuchaban gemidos desde el dormitorio. Por supuesto la mujer pilló a su esposo infiel en plena follada con la amante, mientras recriminaba a la criada que no la avisara. Y cuando todos pensaban que se iba a liar a porrazos, a la muy cerda se le ocurrió que mejor acababan todos en la enorme cama, follando como conejos.