este viaje promete ser de placer
Era la primera vez que hacían un viaje juntos desde que se pusieron a salir y la cosa prometía que iba a ser divertida. Nada más llegar a la habitación y con la maleta aún por deshacer, la puta de la novia ya se puso a enseñarle los modelitos que se había llevado para pasar esos días. Si por algo se caracterizaba su maleta era por estar escasa de tela, sólo se había llevado ropa interior y bikinis, algo que volvía loco al novio ya que eso era porque la guarra de la novia quería pasarse los días entre follando en la habitación del hotel y tomando el sol en la playa. Vamos, lo que vienen siendo unas vacaciones placenteras de verdad.