Su hermanastra quería polla y se la metió
Demasiado estaba tonteando aquella zorra que vivía en su casa y que se hacía llamar hermanastra. El hecho de ser la hija de la pareja de su padre no la hacía parte de su familia, y así se lo demostró. Ella era bastante guarra, de hecho se cambiaba delante de él. Somos hermanos, decía. Pero no lo eran y el chico estaba ya con su rabo a punto de explotar. Se sacó la polla y la guarra se la comió. En la misma cocina donde suelen desayunar todos los días se la folló, metiéndole la polla hasta el fondo mientras ella gemía como la zorra que era. Finalmente se corrió sobre sus dos enormes tetas.