La consulta del doctor es un picadero
Ultimamente la consulta de mi médico de cabecera parece más un club de putas que una consulta propiamente dicha. Lo primero que se te viene a la cara nada más entrar por la puerta es una fuerte e intensa olor a semen que te hace pensar si realmente has ido a ver a tu doctor o te encuentras con una copa en la mano dispuesto a irte a una habitación con una chica de compañía. Toda enfermera que pasa por sus manos acaba con el culo tan abierto como una parada de metro.