la dueña supervisa las obras
Como buena señora preocupada por su casa, esta preciosa madurita se ha ido a ver cómo van las obras de la que será su nueva casa en breve. Allí se ha encontrado con el capataz que ha querido presentarle al resto de los obreros. Como muestra de agradecimiento ha querido ofrecerles su cuerpo para que se tomen un descanso y retomen su trabajo con más ganas. La muy puta ha nacido para esto.