La pequeña vecina solo quería tragar su anaconda
A menudo se mete en su casa para hacer travesuras, siempre lo hizo y él solo llamaba a sus padres para que la fueran a buscar. Otras veces la ignoraba y dejaba que hiciera lo que ella quería ya que probablemente si le decía a su papá, terminaba castigada la chica. Pero ahora es una jovencita que tiene otros intereses y cuando se mete a su casa es porque quiere tragarse la polla enorme de este tío. La pequeña vecina tiene curiosidad en saber lo que se siente hacerle una mamada a una verga del tamaño de una anaconda y él solo deja que lo haga.