Madura comparte la polla de su esposo con la niñera
Una mujer sube al altar y promete amar en la salud y la enfermedad; la riqueza y la pobreza. Pero luego de gastar todo el dinero de la familia en una fiesta inútil, se olvida de su juramento y sigue siendo la misma desgraciado bruja de siempre. Pero no se puede generalizar, porque está madura es muy diferente. Ella contrata a una niñera y luego comparte la polla de su esposo con la jovencita. Ella sabe que su hombre merece coños frescos y ella misma se los busca. Prefiere hacerlo ella misma y que todo pase bajo su supervisión. Es como darle bebida a un alcohólico sin dejarlo salir de casa.