Me ejercito y luego tengo que follar el culo a mi hermana
Hay cosas de las que no me gusta hablar, otras que las tengo que contar y con eso, ver si otras personas tienen las mismas responsabilidades que yo tengo. Sin embargo, en todo caso, tendría que decir que no cambiaría mucho, ya que estoy feliz de que esta sea mi rutina diaria. En la mañana, tomo el desayuno y luego que me ejercito, tengo que follar el culo a mi hermana. Ella es la más pequeña y siempre la he consentido, por eso mientras acaricio su coño, le doy besos de amor en la boca. Luego si le doy la follada anal como a una perra porque así le gusta a ella.