Mi padrastro me abraza y me dan muchas ganas de follar
Llego del colegio y lo primero que hacemos es ir al parque. Siempre me llevo a correr un poco y usar las atracciones. Parece que de esa forma me calmaba un poco, quemaba un poco de energía y luego podía tomar una siesta. Ahora ya no estoy tan chica y esa siesta, la cambie por otra cosa. Luego que estamos en la casa, solo de sentir que mi padrastro me abraza, me dan ganas de follar. Y nunca me reprimo. No está mi madre y puedo aprovechar. Le agarro la polla para hacerle una mamada y luego que la tiene dura, él mismo se pone a follar mi coño. Y me gusta mucho.