Monja viciosa recibe su donativo en carne
Aburrido como una ostra en esta tarde veraniega, a la puerta de este chico llegó una monja en busca de un donativo. Él le echó una mirada, y se le ocurrió la idea de intentar seducirla, aunque más por entretenerse que porque la tía le pareciera atractiva. Aunque oye, tenía su puntito la madre abadesa, le daba morbo verla con el traje de novicia, ¿sería virgen de verdad la monja madurita? Todos estos pensamientos acabaron por ponerlo cachondo e ir a saco por la ella, que por supuesto no tenía experiencia en evitar sus insinuaciones. Y ahí descubrió que quizá debía dejar el celibaro y la vida monacal, porque aunque era su primera vez chupando una polla, el sexo oral le gustaba demasiado. Imagínate cuando por fin sintió la penetración en su coño virgen… tuvo un orgasmo bestial.