Policía no pudo resistirse a los encantos de la reclusa
La puta del don de la mafia rusa ha sido encarcelada, y la mantienen en prisión a la espera de que quiera confesar todo lo que sabe. Pero ella sabe que su vida vale más si está callada, así que se lo pone difícil a la policía. El agente que la vigila quiere hacerse el duro y el indiferente, pero no le quita ojo de encima a la guapa rusa. Y ella, suponiendo que quizá estar a bien con él le traería beneficios, incluso la oportunidad de escapar, no duda en empezar a zorrearle. Cada uno con sus intenciones ocultas, acaban follando dentro de la celda. Qué más da si no consigue nada, acaba de follarse a una macizorra y de correrse en su boca.