Su belleza es igual a lo mucho que le gusta follar
Puede que suene como un soneto amoroso o alguna de esas mierdas que solo lee la gente que tiene poca actividad sexual, pero no es más que una comparación bastante justa, considerando las circunstancias. Solo hay que ver la belleza de la chica y luego, apreciar lo mucho que le gusta follar para darnos cuenta que es cierta la afirmación. Lo demás seria ver como se pone su coño de caliente y baboso mientras le mente la polla y los gemidos de placer que se pueden oír. Su piel blanca, se torna un poco rosada por la excitación y la última vez que revise, esa es una buena señal.