Traviesa colegiala mamando debajo de una mesa
Su padre insiste en que ella es una jovencita muy inocente, pero nada más lejos de la verdad. Aunque es natural y no se debe juzgar la falta de juicio que puede tener el viejo, los sesgos los crea el cerebro para protegernos de la verdad y en este caso, es mejor que viva engañado. Porque la colegiala es muy puta, al punto que no puede ver que llega un hombre a su casa porque rápidamente se mete bajo la mesa y se pone a chuparle la polla. Para ella es solo ser traviesa, pero nosotros sabemos que tiene más que ver con las ganas que siempre tiene de meterse algo en el coño.