Verá jefe, tengo una cura infalible para el estrés…
Muchas veces se había imaginado teniendo sexo en la oficina con su jefe, un tío que le resultaba muy atractivo. Sin embargo, como no quería enturbiar el ambiente de trabajo, nunca se le había insinuado siquiera. Pero cuando ese día lo vio tan estresado, supo que era su oportunidad para intentar algo con él. Se le acercó y le ofreció un remedio para relajarse; el jefe nunca pensó que su secretaria xxx le estaba hablando de una mamada. Justo era eso, sexo oral para desestresarse, y la tía era toda una artista de las comidas de polla. Cuando se corrió en su boca, por fin se quedó tranquilo; siguieron trabajando, pero le pidió que se quedara con las tetas al aire, así se concentraría mejor.