Antes has hecho deporte, pero ahora vas a sudar, puta
Aunque siempre ha tenido un cuerpo de infarto, esta tía buena se mantiene en forma haciendo cada mañana una rutina de ejercicios. Llega sudada a casa, con ganas de un zumo y una ducha. Y, sin embargo, se encuentra a su marido, que es un celoso compulsivo, y cree que se la está pegando con su entrenador personal. No hay nada de eso, pero él está obsesionado, y solo sabe gestionarlo de una manera: follándose a su mujer de forma bestial. Mientras le folla la boca, y después su coño mojado, piensa que seguro que ahora no se acuerda del cabrón del entrenador; y en cuanto se corra en su coño, ella olvidará que ha tenido otra polla allí dentro.