el amigo de sus padres le pone cachonda
Desde que era jovencita este amigo de sus padres hacía humedecer sus braguitas cada vez que se veían o simplemente pensaba en él. Año tras año había esperado la ocasión para quedarse a solas con él y proponerle que se la follara, decirle cuánto necesitaba sentir su rabo entre las piernas hasta hacerla gritar de placer. La ocasión la pintaban calva, los padres le habían invitado a casa a comer junto con su esposa pero ésta no había podido acudir. Ya sólo quedaba encontrar un momento en el que quedarse a solas para poder volver a mojar sus braguitas pero esta vez con su semen. Casi un milagro hizo que sus padres decidieran salir a por un postre, ocasión que aprovecharon para dar rienda suelta a su imaginación entre sábanas.