No hay nadie que pueda decir que no
Al final voy a tener que prohibir a mi hija que siga trayendo amigas a casa porque no es la primera vez que me una de ellas me pone contra la espada y la pared. Hoy se me ha colado una en mi despacho vestida sólo con un pijamita ajustado cuando estaba haciendo unas tareas del trabajo. Imposible no descentrarse y ponerse a follar con ella.