Subasta de jovencitas para ser usadas como putas voluntarias
Antes, tenías las guerras y las hambrunas que te recordaban que el dolor es algo que está siempre presente en la vida de las personas. Ahora, hay tanta comodidad que el cerebro necesita generar dolor de alguna forma. Eso nos lleva a este grupo de jovencitas que se ofrecen a ser putas voluntarias. No solo eso, también se hace una subasta donde las jovencitas reciben pujas y terminan siendo las perras del mejor postor. Este las puede follar, humillar y tratar con un animal, lo que parece gustarle muchos a las chicas al punto de ser muchas las que compiten por estar ahí.